18 noviembre, 2011

Noches de Boda y Lunas de Miel





Y al fin acabando, ese día con el que sueñan la mayoría de las mujeres desde que descubren el amor, tu agarraste mi mano mientras nos dirigimos a nuestro auto de recién casados.
Cuando el avión despego, sentí vértigo y miedo. Dentro de unas horas nuestros cuerpos se unirían formando uno bajo la luna. Podía sentir el olor al mar salado de las playas, el destino de nuestra luna de miel.
Cuando llegamos a la pequeña casa que seria nuestro refugio los siguientes días, el calor y el miedo volvieron a adueñarse de mi.
Me cambie de ropa y me puse aquella que estaba guardando para un momento especial.
Tu me esperabas con los pies metidos en el agua y una sonrisa iluminándote el rostro.
- No tengas miedo –susurraste atrayéndome hacia ti.
Suspire alejando todos los temores y concentrándome en lo único que importaba en ese momento. Nosotros dos y nuestra noche de boda.
Pronto nuestros cuerpo se unieron, como si encajaran perfectamente, me invadiste de besos dulces y susurraste las palabras mas hermosas que jamás escuche.
Cuando nos rendimos ante el cansancio y el placer, me abrase a ti contemplando la luna de miel y las estrellas de caramelo, cerré mis ojos y pedí un deseo.  Aunque sabia que no hacia falta, porque contigo a mi lado ya había cumplido todos mis deseos



"Que todas las noches sean noches de boda, que todas las lunas sean lunas de miel".




Honey



                                                   Bueno, este es el segundo relato que escribo para mi blog, espero que les guste porque a mi me encanto jajaja. Un Beso a todos, gracias por visitarme y por comentar :)

2 comentarios:

  1. Gran relato, qué dulce, qué romántico :)
    (vengo para quedarme).
    Besos ^^

    ResponderEliminar
  2. Lo principal es que a vos te guste lo que escribis, mientras eso esté bien, de seguro a los demás también les gustará. Gracias por pasar, un beso enorme!

    ResponderEliminar

Gracias Por Comentar